Miles de palestinos desplazados están preocupados por la llegada del invierno, la amenaza de una muerte agonizante por el frío y la lluvia los acecha al igual que la guerra.
Es el segundo año que les toca sufrir las inclemencias meteorológicas lejos de sus hogares en la Franja de Gaza, donde sus antiguas casas se encuentran bajo ruinas producto de los bombardeos israelíes.
La guerra se ha extendido por más de un año. El ataque de Hamas a territorio israelí se convirtió en una pesadilla para los habitantes de la Franja de Gaza que han sufrido las consecuencias de las acciones de los militantes del grupo palestino.
Desde que se registró el ataque, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, fue claro al asegurar que dejaría en ruinas la zona y que se cobraría la vida de cada uno de los israelitas fallecidos.
Desde el 7 de octubre del 2023, los palestinos desplazados han sentido la "furia" de Israel, y la situación se complica aún más con la llegada de la primera tormenta invernal.
El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA) aseguró que el invierno representa una muerte segura para los miles de palestinos que huyeron de la guerra.
"El invierno en Gaza significa que la gente no solo morirá a causa de los ataques aéreos, las enfermedades o el hambre. El inverno en Gaza significa que más gente morirá titiritando de frío, especialmente entre los más vulnerables, incluidos ancianos y niños", afirmó el organismo, dirigido por Philippe Lazzarini.
Los palestinos desplazados están propensos a sufrir en el exilio temperaturas de 10 grados y en enero desciende a temperaturas más preocupantes.
Se estima que más de dos millones de personas han sido desplazadas de la Franja de Gaza, obligándolos a vivir en tiendas improvisadas que no soportan los fuertes vientos.