Manifestantes en Minneapolis y en diferentes ciudades salieron a las calles por quinta noche consecutiva pero esta vez recibieron una respuesta más dura por parte de los oficiales de policía y las tropas de la Guardia Nacional, esto a medida que las protestas se intensificaron en todo el país, tras un estallido de ira provocada por la muerte de un George Floyd, un hombre negro bajo custodia policial.
Los alcaldes de diferentes ciudades como, Miami, Los Angeles, Minneapolis, Atlanta y Philadelphia, Chicago entre otros, impusieron un toque de queda para lograr controlar las cientos de protestas que están ocurriendo en todo el país.
George Floyd, de 46 años, murió luego de ser arrestado por un oficial de policía blanco de Minneapolis.
Las manifestaciones aumentaron el viernes y el sábado incluso después de que Derek Chauvin, el ex policía de Minneapolis que fue grabado por un testigo cuando tenia su rodilla en el cuello del Sr. Floyd,
Minnesota ordena la “movilización total” de la Guardia Nacional para controlar protestas
El presidente Trump criticó duramente los disturbios, y el fiscal general William P. Barr advirtió el sábado que las personas que infligen la destrucción podrían enfrentar cargos federales. El gobernador Tim Walz de Minnesota dijo que las personas que desafían los toques de queda e intentan instigar a la policía ya no protestan contra la brutalidad policial, sino que buscan utilizar la muerte del señor Floyd por sus propios motivos políticos.
El sábado por la noche, miles de personas estaban en las calles de los Estados Unidos, mientras las manifestaciones se extendían de costa a costa, los canales de televisión pasaban imágenes de edificios incendiados, negocios saqueados y una agresiva represión contra manifestantes.
Las protestas han tenido lugar en al menos 48 ciudades y han llegado a las puertas de la Casa Blanca en los días posteriores a la muerte del Sr. Floyd en Minneapolis. La imposición de toques de queda por los alcaldes es la mayor que en cualquier otro momento desde el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968.
En Chicago, los manifestantes se enfrentaron con la policía el sábado por la tarde, quemaron al menos una bandera y marcharon hacia el Trump International Hotel and Tower antes de dispersarse. Alrededor de 3.000 personas participaron en las protestas, según informes de noticias locales. Algunos vehículos policiales destrozados y dejaron edificios pintados con spray a su paso.
En Los Ángeles, el alcalde Eric M. Garcetti emitió un toque de queda, un día después de que la policía hizo más de 500 arrestos. La policía utilizó balas de goma para dispersar a las multitudes y el gobernador Gavin Newsom activó la Guardia Nacional.
En el condado de Miami-Dade, Florida, el alcalde Carlos Giménez ordenó un toque de queda en todo el condado a partir de las 11 p.m. después de que al menos un automóvil policial se incendiara cerca de la sede del Departamento de Policía de Miami. El gas lacrimógeno también se utilizó para dispersar a las multitudes el sábado por la noche en Jacksonville y Orlando.
En Washington, la Guardia Nacional se desplegó frente a la Casa Blanca, donde las multitudes que cantaban se enfrentaron con el Servicio Secreto y atacaron a un reportero de Fox News. Se iniciaron incendios en el parque Lafayette, a pocos pasos de la Casa Blanca.
En Filadelfia, al menos 13 policías resultaron heridos cuando los manifestantes comenzaron a incendiar y se volvieron violentos.
En la ciudad de Nueva York, miles de manifestantes salieron a las calles por tercer día, reuniéndose en marchas en Harlem, Brooklyn, Queens y fuera de la Torre Trump en el centro de Manhattan. Al final de la tarde, los manifestantes en la sección Flatbush de Brooklyn se enfrentaron a la policía arrojando botellas vacías y escombros a los agentes que respondieron con garrotes y gas pimienta. Un video mostraba un auto de la policía chocando contra una multitud.
En Richmond, Virginia, dos agentes de policía en el Capitolio del Estado fueron hospitalizados con heridas en las piernas después de ser golpeados por un bate de béisbol y una botella de cerveza, informó The Richmond Times-Dispatch. Anteriormente, la policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes, algunos de los cuales lanzaron fuegos artificiales y rompieron ventanas.