El gobierno de Estados Unidos suspende solicitudes de inmigración provenientes de varios países considerados de "gran preocupación", según anunció el Departamento de Seguridad Nacional el pasado martes.
Esta decisión se tomó como parte de nuevas estrategias para reforzar la seguridad y controlar los flujos migratorios hacia el país.
La suspensión, que afecta principalmente a solicitantes de visas y refugio, impacta a miles de personas que buscaban ingresar por motivos humanitarios, familiares o laborales.
De acuerdo a las autoridades estadounidenses, los trámites quedarán pausados temporalmente mientras se revisan los protocolos y antecedentes de los solicitantes, especialmente de zonas donde existen alertas de seguridad y cooperación limitada entre gobiernos.
Países afectados y principales motivos de la suspensión
Los 19 países son Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Según el Departamento de Estado, la razón principal es la “necesidad de evaluar rigurosamente los antecedentes” ante posibles amenazas para la seguridad nacional.
Organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos han cuestionado la medida, argumentando que se castiga a personas vulnerables basándose en criterios nacionalistas.
Mientras tanto, familias enteras podrían ver truncados sus procesos de reunificación o solicitud de asilo.