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Según una reciente investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine, un estudio revela que miles de mujeres en estados de Estados Unidos, donde la interrupción del embarazo es prohibida, han quedado embarazadas como consecuencia de agresiones sexuales.
Investigadores de Planned Parenthood, Resound Research for Reproductive Health y varias instituciones académicas utilizaron encuestas federales sobre crimen y violencia sexual para estimar que al menos 64,565 embarazos fueron el resultado de aproximadamente 520,000 violaciones en 14 estados, con prohibiciones que varían desde hace cuatro hasta 18 meses.
El estudio también reveló que en estados con prohibiciones del aborto, el acceso a servicios de interrupción del embarazo es extremadamente limitado. Otra investigación señaló que en esos estados se realizan menos de 10 abortos al mes, lo que sugiere que muchas, si no todas, las víctimas no pudieron acceder a la atención que necesitaban, incluso en casos donde la ley permite excepciones por violación.
Las encuestas de opinión en Estados Unidos muestran que aproximadamente el 20% de los adultos cree que el aborto debería ser legal en todos los casos, mientras que casi el 70% opina que debería ser legal en casos de violación. Sin embargo, los expertos advierten que implementar estas excepciones en la práctica es un desafío significativo.
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El ginecólogo obstetra de Illinois, el Dr. Sami Heywood, manifestó su inquietud, señalando que aunque la inclusión de una excepción para las víctimas de violación en las prohibiciones del aborto podría parecer una medida sensata, en la realidad podría generar más angustia y riesgo para los pacientes que ya han vivido un evento traumático.
Además, las víctimas de violación a menudo enfrentan barreras adicionales. Pueden tardar más en reconocer el embarazo debido a factores relacionados con la respuesta al trauma, lo que limita la viabilidad de opciones como el aborto con medicamentos, que solo es posible hasta las 10 semanas de gestación. La Dra. Rachel Perry de la Universidad de California, Irvine, subrayó que algunas víctimas pueden verse obligadas a viajar largas distancias para acceder a servicios de aborto.
El Dr. Samuel Dickman, director médico de Planned Parenthood de Montana y autor principal del estudio, enfatizó que estas estimaciones buscan crear conciencia sobre la realidad de las prohibiciones del aborto y las posibles excepciones. Reconoció las limitaciones estadísticas del estudio, pero destacó la importancia de abordar un tema estigmatizado y entender quiénes se ven afectados por estas políticas.
