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Las personas sin antecedentes penales detenidas por ICE alcanzan cifras preocupantes en Estados Unidos. De acuerdo con recientes datos oficiales, casi 75,000 migrantes que no tenían historial delictivo fueron arrestados en 2023 por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que ha desatado preocupación y debate sobre la dirección que están tomando las políticas migratorias del país.
La información, revelada por agencias apunta que cerca de la mitad de los arrestos efectuados por ICE en el periodo fueron realizados contra personas que no poseían antecedentes criminales.
Esta cifra representa un aumento relevante respecto a años anteriores y pone en tela de juicio la coherencia entre el discurso oficial y la práctica migratoria.
El impacto de las detenciones en comunidades migrantes
El incremento de personas sin antecedentes penales detenidas por ICE afecta de manera significativa la estabilidad de familias y comunidades migrantes.
Especialistas y activistas han señalado que tales acciones agravan la percepción de inseguridad y pueden disuadir a migrantes de colaborar con autoridades en casos de delitos graves, por temor a represalias o deportaciones injustificadas.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que la detención indiscriminada atenta contra el debido proceso y el respeto a la dignidad de los migrantes.
Además, sostienen que estas cifras contradicen los lineamientos de priorizar la deportación de individuos con historial delictivo, una política defendida en meses anteriores por la administración estadounidense.
En el contexto centroamericano y latinoamericano, donde muchos migrantes buscan refugio en EEUU para huir de la violencia y la pobreza, el endurecimiento de la política migratoria estadounidense puede tener profundas consecuencias sociales y familiares.
