Durov, un multimillonario de origen ruso, está siendo investigado por varios delitos presuntamente relacionados con actividades criminales en la plataforma Telegram. Entre las acusaciones se incluyen la complicidad en transacciones ilegales de bandas organizadas, "blanqueo de dinero de crímenes en una banda organizada", y la negativa a proporcionar información a las autoridades, de acuerdo con el comunicado del fiscal.
Durov deberá permanecer en Francia bajo supervisión judicial, con una fianza establecida en 5,56 millones de dólares (5 millones de euros), y tiene la obligación de presentarse en una comisaría de policía dos veces por semana.
El miércoles, fue liberado de la custodia policial en Francia y trasladado a un tribunal para ser interrogado, días después de su dramático arresto en un aeropuerto de París. La investigación formal no implica culpabilidad según el sistema legal francés, pero indica que los fiscales creen que existe un caso lo suficientemente sólido como para justificar una investigación oficial seria. Hasta el momento, Durov no ha sido formalmente acusado.
El comunicado de la fiscalía también mencionó que la Oficina Nacional de Menores de Francia ha informado sobre la "casi ausencia de respuesta" por parte de Telegram a las solicitudes judiciales relacionadas con delitos como el tráfico, discursos de odio en línea y crímenes de pedofilia. Las acciones sospechosas que se están investigando incluyen la "complicidad en la administración de una plataforma que permite una transacción ilegal en una banda organizada", un delito que puede implicar una condena de hasta 10 años de prisión.
Durov, de 39 años, fue detenido el sábado en el aeropuerto Le Bourget de París bajo una orden relacionada con la falta de moderación en Telegram. La plataforma ha sido investigada por una serie de delitos, incluyendo acusaciones de complicidad en fraudes, tráfico de drogas y la difusión de pornografía infantil.
Además, Telegram ha sido criticado por su falta de moderación de contenido, lo que ha permitido su uso por grupos terroristas y extremistas de derecha.
Durov fue puesto bajo custodia por hasta 96 horas, el tiempo máximo que alguien puede ser retenido bajo la ley francesa antes de ser acusado formalmente. Su arresto ha generado un debate sobre la libertad de expresión y ha causado preocupación en Ucrania y Rusia, donde la aplicación es extremadamente popular y ha sido una herramienta clave de comunicación durante la guerra de Moscú contra su vecino.
Rusia criticó a Francia por la detención de Durov. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó: “Parece que todo esto ha demostrado una vez más la verdadera actitud del liderazgo francés, que ha pisoteado descaradamente las normas internacionales en el ámbito de la protección de la libertad de expresión, por una sola razón: si protegen ciertos estándares, no solo deben cumplirlos, sino también protegerlos e implementarlos.”
El presidente francés Emmanuel Macron declaró el lunes que la decisión de imputar cargos contra Durov “no es en absoluto política,” una intervención poco común de un líder francés en un asunto judicial.
Aunque su aplicación ha sido elogiada por grupos defensores de la libertad de expresión y ha permitido la comunicación privada en países con regímenes restrictivos, los críticos argumentan que se ha convertido en un refugio seguro para personas que coordinan actividades ilícitas, incluidos los terroristas que planearon los ataques de París en noviembre de 2015.
"Es imposible que sea segura para protegerla de los criminales y al mismo tiempo accesible para los gobiernos," afirmó Durov en 2016. "O es segura o no lo es."