Para Barby Keel, proteger a los animales no es solo una pasión: es una forma de vida. Esta mujer británica, que acaba de cumplir 90 años, ha dedicado más de medio siglo al rescate y cuidado de miles de criaturas abandonadas o maltratadas. Su compromiso la ha llevado a salvar a más de 10,000 animales, desde gatos y perros hasta especies más grandes.
Aunque la edad le impide encargarse de los animales más grandes, Barby sigue despertándose cada mañana para alimentar a los gatos del refugio, ubicado en un terreno de 12 acres. "Sé que me hago mayor y conozco mis límites", comentó. "Pero aún me levanto cada día para ver a los gatos. Es una buena vida".
Con la ayuda de un equipo de voluntarios, Barby mantiene el santuario bajo una estricta política de no sacrificio. Muchos animales se quedan allí de forma permanente, y todos están esterilizados. El mantenimiento del lugar se financia en parte con su pensión, pero también gracias a un pequeño café y una tienda de recuerdos que reciben a quienes visitan el refugio.
A pesar de haber superado el cáncer en tres ocasiones y de no tomarse días libres, Barby no pierde el ánimo. Incluso encuentra tiempo para jugar en el equipo local de dardos. “Algunos días estoy agotada, es un trabajo duro”, confiesa. “Pero luego un animal se me acerca con cariño y recuerdo por qué lo hago. Mis animales siempre serán lo primero”.