En su homilía del Ángelus por el Día de Todos los Santos, el papa Francisco dedicó palabras emotivas y de consuelo para "los inocentes que sufren" debido a las guerras alrededor del mundo, recordando especialmente a "las 153 mujeres y niños masacrados en los últimos días en Gaza". Si bien el pontífice no mencionó directamente a Israel, sus declaraciones se dieron en el contexto de la reciente ofensiva israelí en el enclave palestino.
Francisco hizo una firme condena a los conflictos armados, calificando a la guerra como "una derrota siempre" y "innoble". Según sus palabras, la guerra representa "el triunfo de la mentira y la falsedad", donde se priorizan intereses egoístas a expensas de la vida humana y la destrucción de bienes naturales e infraestructuras, todo "disfrazado de mentiras".
En su habitual llamado a la paz, el papa invitó a los fieles a rezar por Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Birmania, Sudán del Sur y todas las naciones que padecen los efectos de la violencia.