Un reciente informe encargado por el Departamento de Estado de EEUU, ha puesto de manifiesto los peligros potenciales de la inteligencia artificial (IA), advirtiendo que representa una amenaza "de extinción" para la humanidad y que es necesario que el gobierno de Estados Unidos intervenga de inmediato.
El estudio publicado por Gladstone AI, se basó en entrevistas con más de 200 expertos en IA durante más de un año, incluyendo investigadores de ciberseguridad y funcionarios de seguridad nacional, revelando que los sistemas de IA más avanzados podrían convertirse en una amenaza de extinción para la especie humana.
Jeremie Harris, CEO y cofundador de Gladstone AI, señaló que si bien la inteligencia artificial tiene el potencial de traer beneficios significativos, también plantea riesgos graves, incluidos el uso de IA como arma y la posibilidad de que los sistemas de IA evolucionen más allá de nuestro control.
En este sentido, el informe destaca dos peligros principales: el uso de la inteligencia artificial como arma para infligir daño irreversible y la preocupación de que los propios sistemas de IA puedan escapar al control de sus creadores, con consecuencias potencialmente devastadoras para la seguridad global.
En respuesta a estas preocupaciones, los expertos recomendaron medidas drásticas, como el establecimiento de una nueva agencia de inteligencia artificial, la implementación de salvaguardias regulatorias de emergencia y la imposición de límites a la potencia informática utilizada para entrenar modelos de inteligencia artificial.
El presidente Joe Biden ha promovido medidas para abordar los desafíos y riesgos asociados con la IA, considerando que esta tecnología es tanto una oportunidad como una amenaza. Sin embargo, las discrepancias sobre los plazos para el desarrollo de la misma, complican la tarea de establecer políticas y regulaciones efectivas.
La advertencia sobre los riesgos de la IA se suma a una serie de preocupaciones expresadas por líderes de la industria y expertos en el campo. Figuras prominentes, como Elon Musk y Geoffrey Hinton, ya habían advertido sobre los peligros existenciales que la IA podría plantear a la humanidad.