La gravedad de la crisis migratoria ha quedado reflejada en las últimas imágenes publicadas de niños arrastrándose en alambres de púas en un intento de cruzar a Eagle Pass, Texas.
A las fotografías se suman una enorme cantidad de personas cruzando las fronteras, una de estas regiones la selva de Darien que se ve abarrotada de venezolanos.
Panamá ya ha tomado medidas para impedir el paso de más ciudadanos, provocando el malestar de cientos de personas que se alistaban este martes para burlar los controles panameños.
Expertos han señalado que uno de los aspectos a destacar es que los ciudadanos que huyen de sus países no les importa el peligro que enfrentan, al parecer el deseo de huir de los gobiernos supera todo temor.
Además, enfatizaron que la gravedad de la crisis migratoria no solo en América es producto de las medidas o políticas implementadas por Estados Unidos (EEUU). Estas políticas orientadas a frenar la migración con medias coercitivas, y no con soluciones que busquen frenar la problemática de raíz.
Un dato que han destacado los analistas es el crecimiento no solo de migrantes venezolanos, sino de mexicanos que buscan huir de la violencia que impera en la nación.
La gravedad de la crisis migratoria se deriva, para los expertos, de la corrupción, la violencia y pobreza, que va en aumento en las naciones donde se registra mayor número de migrantes.
En ese sentido, se ha mencionado que uno de los problemas que enfrenta México y EEUU es que los albergues ya no dan abasto ante la oleada de extranjeros que cruzan la frontera.
Mientras EEUU busca mermar la gravedad de la crisis con mecanismos orientados a garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los extranjeros, México llegó al límite con los refugios desde hace varios meses.
Por su parte, autoridades de Nueva York han denunciado que el gobierno federal no está brindando el apoyo necesario a miles de venezolanos que han llegado a la ciudad.
Representantes de la alcaldía de Nueva York anunciaron en las últimas horas un presupuesto adicional de mil millones de dólares para la contratación de hoteles que alberguen a los migrantes.
La noticia del uso de estos fondos ha generado malestar en los estadounidenses, quienes aseguran que son ellos los que pagan con sus impuestos las malas decisiones del gobierno.