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San Valentín, una festividad que evoca el amor, la amistad y los detalles románticos, se basa en una historia retorcida que tuvo lugar en el antiguo festival de Lupercalia, uno de los primeros registros del término “Día de San Valentín”, por lo que la celebración ha recorrido un largo camino a lo largo de los siglos.
El origen de San Valentín se remonta al antiguo festival romano de Lupercalia, que se llevaba a cabo el 15 de febrero. Sin embargo, este evento difería mucho de la imagen romántica que tenemos hoy en día.
Iniciaba con el sacrificio de una cabra y un perro, seguido por el corte de piel de estos animales para azotarlo contra las mujeres, ya que se creía que este acto les otorgaría fertilidad.
Fue en el siglo V cuando el papa Gelasio I decidió reemplazar Lupercalia con el Día de San Valentín, una festividad que celebraba el amor y la amistad, sin los rituales oscuros del pasado. La inspiración detrás de esta festividad se atribuye a dos santos llamados Valentín, aunque existe la posibilidad de que se trate de la misma persona.
Uno de los Valentines fue procesado por el emperador Claudius II Gothicus por negarse a adorar a los dioses romanos. En prisión, se dice que firmó una carta "de tu Valentín" a una mujer a la que supuestamente curó de la ceguera. Otro San Valentín, sacerdote de Terni, desafió las órdenes del emperador al casar en secreto a parejas de jóvenes enamorados.
Ambos Valentines sufrieron el martirio por defender el amor y la unión matrimonial, y sus muertes se recuerdan como un día de amor el 14 de febrero.
Desde entonces, el Día de San Valentín se ha convertido en un negocio de miles de millones de dólares, con los consumidores estadounidenses gastando sumas considerables en regalos como rosas rojas, chocolates y tarjetas de felicitación.
La festividad se celebra en todo el mundo con gestos románticos y muestras de aprecio hacia los seres queridos, para mantener viva la llama del amor en el corazón de las personas.
