En Bangkok, un veterinario ha compartido la historia de Dano, un perro Shih Tzu de siete años de edad que esperó durante dos años a que sus dueños, quienes lo abandonaron en la clínica veterinaria, regresaran por él.
El veterinario tomó la decisión de compartir la historia en medios locales, con la intención de crear conciencia sobre el compromiso que implica tener una mascota.“Tener una mascota es un compromiso que, en muchos casos, abarca más de una década y que, desafortunadamente, no todos están dispuestos a mantener”, manifestó.
Según el relato, Dano era la mascota de una pareja que cuidaba de él, lo llevaban regularmente a la Clínica Animal Vibhavadi, para sus chequeos de salud y vacunas.
El veterinario había advertido a la pareja sobre los problemas de salud comunes en los Shih Tzu, como problemas oculares y de piel, y ellos se habían comprometido a seguir todas las recomendaciones, considerando a Dano como parte de su familia.
Sin embargo, días después, Dano cayó gravemente enfermo debido a un descuido por parte de sus dueños, presentando síntomas graves que requerían atención urgente, como fiebre, ictericia, dificultad para respirar y dolorosas llagas.
El diagnóstico fue mortal al revelar que tenía anemia, parásitos sanguíneos, enfermedades cardíacas, ojos secos y artritis. Dano necesitaba un tratamiento intensivo, por lo que fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica.
Durante dos meses, luchó por su vida, pero lamentablemente, sus dueños dejaron de responder por él y desaparecieron, abandonándolo en medio de su batalla por sobrevivir.
"Durante su proceso de recuperación, Dano pasaba sus días aguardando tranquilamente junto a la puerta de cristal de la clínica, sin mostrar interés en salir, incluso cuando la puerta estaba apenas entreabierta", señaló.
Durante los dos años que Dano pasó esperando en la clínica, se convirtió en una presencia conocida y querida por el personal, sin embargo, murió debido a una insuficiencia cardíaca.
Finalmente, el veterinario compartió: “Para muchas de las personas que trabajaban en la clínica, Dano no murió por causas naturales, sino por el abandono de quienes debieron cuidar de él. Durante 24 meses, Dano fue amado y protegido en la clínica veterinaria, convirtiéndose en un ser muy querido por todos los que lo conocieron”.