El parlamento de Burkina Faso aprobó una polémica legislación por la cual Burkina Faso penaliza la homosexualidad con penas de cárcel, generando alarma en organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional.
Esta nueva ley, que criminaliza explícitamente las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, se suma a la tendencia de varios países africanos que han endurecido sus marcos legales contra la población LGBTI. A partir de la aprobación, quienes sean encontrados culpables podrían enfrentar hasta tres años de prisión y elevadas multas,tanto activistas locales como internacionales advierten que la medida limita libertades fundamentales y fomenta un clima de discriminación y violencia hacia el colectivo LGBTI en Burkina Faso.
Diversas organizaciones, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, condenaron la decisión e instaron al gobierno burkinés a revisar la legislación. También se han pronunciado embajadas europeas y la ONU, señalando que la ley contradice tratados y compromisos internacionales sobre derechos humanos.
Esta tendencia al retroceso en materia de derechos LGBTI preocupa especialmente en África Occidental, donde países vecinos han impulsado leyes similares. La nueva norma podría incrementar los episodios de violencia y exclusión social, afectando la vida y la seguridad de quienes integran la comunidad LGBTI en Burkina Faso.Entre las reacciones en la región latinoamericana, varias instituciones han manifestado su solidaridad.