El gobierno de Estados Unidos pedirá la pena de muerte en el caso de un asesinato ocurrido en Washington, una decisión que reaviva el debate sobre la aplicación de la pena capital en el país.
Según el Departamento de Justicia, la gravedad del crimen que ocurra en la capital justifica recurrir a esta medida, generando gran atención mediática e impacto en la opinión pública.
“Cualquiera que asesine algo en la capital, pena capital. Capital, pena capital. Si alguien mata a alguien en la capital, Washington, buscaremos la pena de muerte”, dijo el líder republicano.
La postura del gobierno, anunciada este 26 de agosto, marca un paso significativo en los procesos penales federales donde la pena máxima ha estado en desuso en los últimos años.
Antecedentes del caso y postura del gobierno
El presidente no detalló de inmediato ninguna especificidad, pero calificó la pena capital como una medida “muy fuerte y preventiva”.
Aunque en administraciones previas hubo una moratoria sobre ejecuciones federales, la actual decisión supone un enfoque más estricto frente a crímenes graves y responde a una exigencia de justicia por parte de diversos sectores sociales.
Este anuncio recuerda que la aplicación de la pena capital en Estados Unidos sigue siendo uno de los temas más discutidos.

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