El presidente de Estado Unidos (EEUU), Donald Trump, ha generado controversia al proponer una "pausa migratoria" para personas provenientes de países del tercer mundo, una medida que podría alterar significativamente la política migratoria en Estados Unidos.
Esta pausa migratoria de Trump impactaría de forma directa a miles de migrantes de Centroamérica y otras regiones, según declaraciones emitidas el jueves.
La iniciativa de Trump, que busca suspender temporalmente la entrada de inmigrantes de ciertos países, ha sido recibida con preocupación tanto por defensores de los derechos humanos como por gobiernos latinoamericanos.
Actualmente, Estados Unidos enfrenta una crisis migratoria en su frontera sur, con un flujo constante de solicitantes de asilo y migrantes provenientes principalmente de Honduras, El Salvador, Guatemala y Venezuela.
“Pausaré permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo, terminaré con todos los millones de admisiones ilegales de Biden, incluidas las firmadas por Sleepy Joe Biden’s Autopen, y expulsaré a cualquiera que no sea un activo neto para Estados Unidos, o que sea incapaz de amar a nuestro país”.
La reacción internacional ante la nueva postura migratoria
Diversos países y organizaciones internacionales han expresado su preocupación por el posible cambio en la política migratoria de Estados Unidos.
Analistas advierten que una medida de este tipo podría provocar un aumento en la migración irregular y profundizar los retos humanitarios en la región.
Expertos en migración señalan que suspender la entrada de personas provenientes de países considerados "del tercer mundo" puede tener efectos negativos en comunidades centroamericanas que dependen en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos.
Además, esto podría agravar la situación de quienes huyen de la violencia y la pobreza extrema.