Los trabajos para apagar las llamas del incendio registrado en la aldea Corralitos y La Tigra continuaban el martes por la noche, demostrando la magnitud del siniestro que devoró importantes parcelas de bosque.
Fotografías de los daños provocados por las llamas circularon en las redes sociales, mostrando parcelas de bosque calcinado y algunas áreas aun con rastros del fuego que se niegan a ser apagados.
Hasta el momento, las autoridades consideran que el incendio de La Tigra fue provocado por mano criminal; lo que despertó las dudas de si los hechores buscarían construir algún complejo habitacional en la zona siniestrada.
Al respecto, el gobierno municipal ha sido claro al indicar que no se otorgarán licencias de construcción en la zona protegida y criticó fuertemente a los pirómanos que causaron tanto daño ecológico.
Por su parte, la presidenta Xiomara Castro pidió se investigue quién provocó el incendio en La Tigra, considerado el pulmón de la capital del país, que tiene graves problemas por la escasez de agua.
Hasta el momento, no se han brindado detalles de cuáles serán las repercusiones para los capitalinos y a cuánto asciende el perjuicio ambiental.
Aunque no es la primera vez que la zona es atacada por facinerosos, el incendio del lunes se da en medio de una crisis climática sin precedentes a nivel mundial.
El gobierno de Xiomara Castro, no solo ha motivado la protección de la Tigra, el pulmón de la capital. Una de sus promesas de campaña fue la protección de los bosques y los recursos naturales hondureños.
Una de sus primeras medidas para proteger la flora y la fauna del país fue evitar que las Zonas de Desarrollo Económico (Zedes) continuarán apropiándose del territorio hondureño.
Se calcula que unas 500 hectáreas de bosque fueron calcinadas, mientras que las labores continúan para apagar completamente el fuego.