En las últimas décadas, el matrimonio retrocede a nivel mundial, mientras más adultos eligen la soltería como una opción de vida.
Este fenómeno, que preocupa a varios sectores sociales, se observa tanto en países desarrollados como en Latinoamérica y está redefiniendo los valores familiares tradicionales.Diversos estudios muestran que el descenso en las tasas de matrimonio no es casualidad.
Las nuevas generaciones valoran la independencia personal y la libertad de elección sobre los modelos convencionales. Además, los factores económicos como la inestabilidad laboral y el aumento en el costo de vida dificultan la decisión de casarse y formar una familia.
El auge de la soltería está influido por el acceso a la educación, la búsqueda de realización profesional y la evolución de los roles de género. Muchas personas consideran que pueden alcanzar la plenitud sin necesidad de un contrato matrimonial.
Según un informe reciente de Naciones Unidas, la edad promedio para casarse ha aumentado en varios países y el índice de matrimonios ha disminuido notablemente. Esto se ve reflejado en el caso de Latinoamérica, donde los modelos de pareja y familia son cada vez más diversos. Por otro lado, organizaciones sociales advierten sobre los desafíos y oportunidades que implica este cambio para las políticas familiares. El tema sigue generando debate sobre cómo las sociedades deben adaptarse a nuevas formas de convivencia y elegir el estilo de vida que mejor se ajuste a sus necesidades.
Tailandia dice sí a matrimonio igualitario: “Un triunfo para la justicia”

 
	 
	 Foto: Shutterstock
			Foto: Shutterstock
			 
							 
									 
									 
									 
									 
								 
								 
								 
								