En la iglesia católica de Santo Tomás de Aquino en St. Cloud, Florida, un sacerdote ha sido acusado de morder a una mujer durante la distribución de la comunión y las autoridades han iniciado una investigación.
Según la declaración jurada del caso, el sacerdote identificado como el padre Fidel Rodríguez, le negó inicialmente la comunión a la mujer debido a que "no había cumplido con los pasos previos necesarios para recibir el pan" durante una misa.
Posteriormente, la mujer regresó y le informó al sacerdote que había cumplido con los requisitos y que "ahora era aceptada por Dios", por lo que debía permitírsele participar en la ceremonia.
La mujer declaró a la policía que el sacerdote se molestó y trató de forzar la "galleta" en su boca. Ante esto, ella intentó tomar otra hostia del recipiente que el sacerdote sostenía, lo que provocó que él la tomara del brazo y la mordiera.
La diócesis de Orlando emitió un comunicado explicando la versión del sacerdote. Según el comunicado, el padre Rodríguez le preguntó a la mujer si había asistido al Sacramento de la Penitencia (confesión), a lo que ella respondió que "no era asunto suyo".
Ante la negativa, el sacerdote le ofreció la comunión en la lengua. Sin embargo, la mujer metió su mano en el recipiente y agarró varias hostias, aplastándolas. El padre Rodríguez, al tener solo una mano libre, intentó sujetar a la mujer para que soltara las hostias.
Según el comunicado, cuando la mujer lo empujó, el sacerdote reaccionó mordiéndole la mano para que soltara las hostias sagradas. Acto seguido, se le pidió a la mujer que abandonara la iglesia.
Durante el interrogatorio policial, el padre Rodríguez afirmó, en una declaración jurada, que la mujer lo había empujado y no soltaba la bandeja de la comunión, por lo que decidió morderle el brazo para que la soltara.
En el comunicado, la diócesis subrayó la importancia y el significado de la Eucaristía en la tradición católica, describiéndola como "la fuente y cumbre del culto y la fe". Destacaron que participar en la sagrada comunión requiere una comprensión, reverencia y devoción adecuadas, y que no es algo que una persona pueda exigir arbitrariamente ni tratar como una simple "galleta", como la denominó la denunciante.
La policía de St. Cloud ha enviado un resumen de los acontecimientos a la oficina del fiscal del Estado para su revisión.