El gobierno de Donald Trump, a través del Departamento de Seguridad Nacional, tomó la decisión de poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para los nicaragüenses y hondureños.
El anuncio detalla que el retiro de la protección es porque no hay justificaciones para que continúen amparados, viviendo en los Estados Unidos (EEUU). "Se han retirado las protecciones a ciudadanos de múltiples nacionalidades que estaban protegidos de la deportación y a los que se les permitía vivir temporalmente en el país, argumentando que las condiciones en su país ya no justificaban esas protecciones".
La medida del gobierno de Trump ha desencadenado impugnaciones legales, que, según expertos, los tribunales terminarán desestimando y dándole la razón al presidente Trump.
La cancelación del TPS para nicaragüenses y hondureños afectará a más de 70 mil personas, en su mayoría de Honduras, que cuenta con un mayor flujo migratorio.
Son 72 hondureños los que se quedaron sin protección y 4,000 nicaragüenses, quedando propensos a una futura deportación.
El Departamento de Seguridad Nacional reveló que el TPS fue mal implementado por el gobierno demócrata, porque se aplica a personas que enfrentarían a dificultades extremas si se vieran obligadas a regresar a sus países de origen devastados por conflictos armados o desastres naturales.
Uno de los argumentos para dejar sin protección a los nicaragüenses y hondureños es que como es temporal, no tenía que haberse extendido varias veces.

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