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El presidente Donald Trump confirmó la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México, y del 10% a los productos provenientes de China, a partir de este sábado. La decisión, anunciada por la Casa Blanca, busca cumplir con promesas relacionadas con la lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de sustancias químicas utilizadas en la fabricación de fentanilo, además de fomentar la producción nacional y aumentar los ingresos federales.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó que esta medida es una muestra del compromiso de Trump con sus votantes. Sin embargo, los aranceles podrían tener efectos adversos, como un aumento en los precios al consumidor y la afectación de sectores clave como energía, automotriz, madera y agricultura.
Aunque se había mencionado la posibilidad de eximir a las importaciones de petróleo de Canadá y México, Leavitt aclaró que no hay información oficial sobre exenciones. Según datos de la Administración de Información Energética, Estados Unidos importó en octubre cerca de 4,6 millones de barriles diarios de petróleo de Canadá y 563.000 barriles de México, mientras que su producción interna rondó los 13,5 millones de barriles diarios.
La decisión también incluye nuevos aranceles del 10% sobre productos chinos, que se suman a tarifas previas. Analistas advierten que estas medidas podrían complicar el panorama económico para Trump, quien asumió su segundo mandato con la promesa de controlar la inflación.
