Un innovador tratamiento de terapia génica ha logrado resultados históricos al restaurar la audición en niños nacidos sordos, ofreciendo esperanza frente a una enfermedad considerada hasta ahora incurable. El tratamiento, llamado DB-OTO, ha sido aplicado en 12 menores —varios de ellos en España— y ha mostrado éxito en 11 casos, de los cuales tres recuperaron una audición completamente normal.
El avance, publicado en la revista The New England Journal of Medicine, marca un antes y un después en la medicina genética. Algunos niños pasaron de no oír ruidos superiores a 90 decibelios, comparables al sonido de un camión en marcha, a distinguir susurros de menos de 25 decibelios, lo que equivale a una audición normal. En la mayoría de los casos, la mejoría ha sido tan notable que los pacientes ya no necesitan implantes cocleares, el tratamiento tradicional para este tipo de sordera.
El DB-OTO, desarrollado por la farmacéutica estadounidense Regeneron, utiliza una única inyección en la cóclea del oído interno. A través de un virus desactivado, el tratamiento introduce una copia sana del gen OTOF, responsable de transmitir las vibraciones sonoras al cerebro. En cuestión de semanas, los niños comenzaron a oír e incluso a reconocer palabras y sonidos.
Una de las pacientes más jóvenes, Opal, una bebé británica de menos de un año, recuperó casi por completo la audición seis meses después del procedimiento. Los especialistas destacan que, aplicada a edades tempranas, esta terapia también podría permitir el desarrollo del habla en niños sordos de nacimiento.
El hallazgo se sustenta en más de dos décadas de investigación genética española, liderada por Ignacio del Castillo, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, quien identificó las mutaciones del gen OTOF que causan sordera congénita.
El ensayo clínico continúa en marcha, y se espera que la farmacéutica solicite la aprobación oficial a finales de este año. Este avance no solo representa una esperanza real para miles de familias, sino también un paso decisivo hacia el tratamiento de otras enfermedades genéticas que afectan la audición.

 
	 
	 Foto: Shutterstock
			Foto: Shutterstock
			 
							 
									 
									 
									 
									 
								 
								 
								 
								