Marissa Teijo de 71 años , creció en una granja, desarrolló desde joven una pasión por el fitness, participando en numerosas competiciones a lo largo de su vida.
Aunque no se llevó la corona, su participación ha sido un claro mensaje de que la edad no es un obstáculo para la elegancia y el estilo, su incursión en el certamen de Miss Texas USA no solo es un hito personal, sino también una inspiración para muchas mujeres que ven en ella un ejemplo de perseverancia y determinación. "Quería ver hasta dónde podía llegar", comentó Teijo, reflejando su espíritu de aventura y superación.
El impacto de la participación de Teijo se suma a una serie de cambios significativos en los concursos de belleza a nivel global. Hace tan solo un mes, Alejandra Rodríguez, una argentina de 60 años, hizo historia al competir en el certamen de Miss Buenos Aires y luchar por representar a su país en Miss Universo 2024. Aunque Rodríguez tampoco obtuvo la corona, su presencia en el concurso señaló un cambio crucial en la percepción de la belleza y la competencia.
En respuesta a la creciente demanda de mayor inclusividad, la Organización Miss Universo ha introducido varias reformas para hacer los concursos más diversos. A partir de 2023, se eliminó el límite de edad que previamente restringía la participación a mujeres de entre 18 y 28 años. Ahora, cualquier mujer mayor de 18 años puede competir, sin importar su edad. Este cambio histórico subraya un compromiso renovado con la inclusión, permitiendo que mujeres de todas las edades demuestren su belleza y talento en la pasarela.
Además del ajuste en el límite de edad, la Organización Miss Universo ha implementado otras reformas significativas. Desde 2023, las reglas se han ampliado para permitir la participación de mujeres casadas, divorciadas, con hijos o incluso embarazadas, abriendo la puerta a una mayor representación y diversidad en estos concursos.
La participación de mujeres como Marissa Teijo y Alejandra Rodríguez en certámenes de belleza no solo desafía los estereotipos tradicionales, sino que también abre un diálogo sobre la diversidad y la inclusión en la sociedad. La eliminación de restricciones basadas en la edad y el estado civil refleja un movimiento hacia una comprensión más amplia de la belleza, una que celebra la diversidad de experiencias y trayectorias de vida.
La historia de Marissa Teijo es un testimonio de que la verdadera belleza no tiene edad. Su participación en Miss Texas USA ha roto moldes y ha inspirado a muchas a perseguir sus sueños, sin importar la etapa de la vida en la que se encuentren. Al desafiar los estereotipos de la juventud en los concursos de belleza, Teijo y otras mujeres como ella están redefiniendo lo que significa ser una reina de belleza en el siglo XXI.
Con estos cambios transformadores, el mundo de los concursos de belleza avanza hacia un futuro más inclusivo y diverso, donde cada mujer tiene la oportunidad de brillar y mostrar al mundo su propia versión de la belleza y la elegancia.