América Latina se enfrenta a una amenaza persistente en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria, advirtieron varios organismos internacionales en el informe “América Latina y el Caribe, panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición”.
A pesar de ciertos avances en la reducción del hambre y la inseguridad alimentaria en comparación con el año anterior, las cifras actuales superan los niveles anteriores a la pandemia, subrayando la gravedad de la situación.
Sudamérica muestra mejoras en la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria, mientras que en Centroamérica y México se mantiene la prevalencia del hambre, y en el Caribe ambas aumentan.
Asimismo, la malnutrición persiste abarcando desde el retraso del crecimiento infantil hasta la obesidad. El informe revela que el costo de una dieta saludable en la región ha experimentado un aumento significativo desde 2018, siendo especialmente evidente en el Caribe.
La inflación de los precios de los alimentos, impulsada por la pandemia, la desigualdad persistente, la pobreza, la crisis climática y los efectos del conflicto en Ucrania, ha impactado negativamente en la asequibilidad de una dieta saludable, dejando a una cuarta parte de la población sin acceso.
Los organismos internacionales hacen un llamado urgente a avanzar hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios, en paralelo al fortalecimiento de los sistemas de salud y protección social.
Además, ponen en manifiesto la necesidad de adoptar acciones integrales y enfoques sistémicos y multisectoriales. Este llamado adquiere especial relevancia en un momento crucial para la región, ya que se encuentra a mitad del plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

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