La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusa a Rusia de crimen de lesa humanidad por el traslado forzoso de miles de ciudadanos ucranianos durante la operación terrestre que inició en 2022.
Esta nueva denuncia internacional pone en el centro del debate el respeto a los derechos humanos en Ucrania y la responsabilidad de las fuerzas rusas ante la comunidad global.
Según un informe publicado por la Comisión Internacional Independiente de la ONU, existen pruebas suficientes para considerar que las fuerzas rusas implementaron una política sistemática para desplazar a la fuerza a niños y adultos ucranianos, principalmente de regiones ocupadas, hacia territorio ruso.
Este traslado forzoso, según el derecho internacional humanitario, constituye un crimen de lesa humanidad y una grave violación de los derechos fundamentales de las víctimas.
Investigación internacional revela violaciones a derechos humanos
El informe de Naciones Unidas, presentado ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, documenta casos de separación familiar, traslado de menores sin consentimiento de sus padres y políticas de rusificación en territorios ocupados.
Las víctimas relatan experiencias de coacción, miedo y desarraigo, mientras las autoridades rusas justifican estas acciones como “protección humanitaria”.
La comunidad internacional ha respondido exigiendo investigaciones independientes y sanciones a los responsables.
Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch han respaldado los hallazgos de la ONU, mientras en América Latina el caso genera debate por la importancia de la defensa de los derechos civiles en contextos de guerra.
Este caso no es el primer señalamiento contra Rusia en el marco del conflicto.