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Israel ha dado luz verde a la construcción de cientos de casas adicionales en asentamientos judíos ubicados en la ocupada Cisjordania. Esta decisión, que responde a una política de expansión sostenida, se produce en un momento de creciente tensión en la región.
La construcción de casas en asentamientos de Cisjordania ha sido históricamente rechazada por la comunidad internacional y considerada un obstáculo clave para el avance del proceso de paz entre israelíes y palestinos.
El gobierno israelí defiende la medida como parte de su derecho a establecer comunidades en ese territorio, mientras que los líderes palestinos y diversas organizaciones de derechos humanos argumentan que estas acciones dificultan cualquier solución negociada y violan el derecho internacional.
Según reportes internacionales, la nueva aprobación podría incrementar aún más las tensiones y la inestabilidad en el área.
Impacto en el proceso de paz y reacciones globales
A lo largo de los años, la comunidad internacional ha emitido pronunciamientos de rechazo frente a la consolidación de asentamientos israelíes en territorios ocupados.
Naciones Unidas y la Unión Europea han instado reiteradamente a Israel a cesar estas expansiones, por considerarlas una violación del derecho internacional y un obstáculo para la solución de dos Estados.
Además, líderes palestinos han advertido que nuevas construcciones solo agravan el conflicto palestino-israelí y hacen inviable una paz duradera.
Este anuncio surge en un contexto de recurrentes crisis en la región, donde los incidentes violentos y las restricciones a la población civil han generado múltiples condenas y llamados a la moderación.
