Nemo, el artista suizo ganador del Festival de Eurovisión 2024, ha devuelto su icónico micrófono de cristal a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) como forma de protesta por la decisión de mantener la participación de Israel en la próxima edición del certamen, que se celebrará en Viena en mayo de 2026.
A través de un comunicado en sus redes sociales, Nemo agradeció la experiencia de competir en Eurovisión, pero señaló que ya no considera que el trofeo “pertenezca a su estantería”, debido a lo que considera una contradicción entre los valores de unidad, inclusión y dignidad promovidos por el concurso y la participación de Israel.
La devolución del trofeo ocurre en medio de una crisis sin precedentes en la historia del festival. Varias emisoras públicas europeas, como España, Irlanda, Eslovenia, Países Bajos e Islandia, han confirmado su boicot a Eurovisión 2026 en señal de desaprobación. Islandia se convirtió recientemente en el quinto país en retirarse formalmente, argumentando que la decisión de la UER ha generado desunión y ha afectado la alegría y la armonía que tradicionalmente caracterizan al certamen.