El FBI alerta a los pasajeros de Alaska Airlines que podrían haber sido víctimas de un delito

El FBI alerta a los pasajeros de Alaska Airlines que podrían haber sido víctimas de un delito

La oficina del FBI en Seattle, envió una carta dirigida a los pasajeros del vuelo 1282 luego de que el tapón de la puerta del avión explotara en pleno vuelo.

Foto: Getty images.
  • Kim Ramos | 22-03-2024.5:57 pm.

El FBI ha lanzado una carta dirigida a los pasajeros del fatídico vuelo 1282 del Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines, sugiriendo que podrían haber sido víctimas de un delito. 

Esta carta llega después de que un panel del fuselaje, conocido como el "tapón de puerta", explotara en pleno vuelo el 5 de enero, desencadenando un aterrizaje de emergencia y sembrando dudas sobre la seguridad de los aviones Boeing.

La carta, enviada por la oficina del FBI en Seattle, notifica a los pasajeros sobre la posibilidad de que hayan sido víctimas de un delito y señala que la agencia está llevando a cabo una investigación activa sobre el incidente. 

Mark Lindquist, abogado que representa a varios pasajeros del vuelo 1282, expresó su apoyo a la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, afirmando que están ansiosos por obtener respuestas y asegurar una mayor seguridad en los aviones Boeing. 

Por otro lado, Robert Clifford, quien representa a los familiares de las víctimas del accidente de 2019 de un avión Boeing 737 Max operado por Etopian Air, destacó la importancia de considerar también a las familias de las víctimas como posibles afectadas por el crimen.

Más allá de las cartas enviadas a los pasajeros, los investigadores del Departamento de Justicia han entrevistado a los asistentes de vuelo presentes en el vuelo 1282 de Alaska Airlines, buscando arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon el incidente.

La explosión del "tapón de puerta" en el vuelo 1282 no solo ha puesto en evidencia preocupaciones sobre la seguridad de los aviones Boeing, sino que también ha desencadenado una serie de investigaciones y auditorías que cuestionan las prácticas de producción de la empresa y su principal proveedor, Spirit AeroSystems.

En medio de este escenario, el CEO de Boeing, Dave Calhoun, ha reconocido abiertamente la responsabilidad de la compañía en el incidente, señalando que están comprometidos a abordar las causas subyacentes y a compensar a las aerolíneas afectadas por las pérdidas financieras derivadas del incidente.

Sin embargo, las implicaciones financieras del incidente continúan siendo significativas, con Boeing anticipando grandes pérdidas en el primer trimestre del año debido a la compensación a las aerolíneas propietarias del Max 9 y a la interrupción en la producción en su planta 737 Max en Renton, Washington.

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