Las autoridades mexicanas detuvieron en el estado de Veracruz a Francisco Javier Román-Bardales, presunto cabecilla de la pandilla MS-13 y uno de los delincuentes más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI). La detención ocurrió en la carretera Teocelo-Baxtla gracias a un operativo conjunto entre la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional.
Tras su arresto, Román-Bardales fue informado sobre sus derechos legales y posteriormente trasladado a la Ciudad de México, donde permanecerá mientras se resuelve su extradición a Estados Unidos. En territorio estadounidense enfrenta diversas acusaciones, incluyendo conspiración para apoyar a terroristas, narcotráfico y tráfico de personas.
Originario de El Salvador, Román-Bardales ha sido identificado como un líder clave dentro de la MS-13, con presencia en varios países como Estados Unidos, México y El Salvador. Se le atribuyen delitos como la coordinación de actividades de extorsión, distribución de drogas y la orden de ataques violentos contra pandillas rivales y civiles.
Debido a la peligrosidad de Román-Bardales y su rol en la organización delictiva, el FBI había ofrecido una recompensa de 250.000 dólares a cambio de información que facilitara su captura.
En 2017, durante la administración de Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos designó a la MS-13 como una organización terrorista, lo que permitió endurecer las medidas legales en su contra a nivel internacional. Esta clasificación autoriza la aplicación de sanciones más severas y estrategias más agresivas contra la pandilla.
Mientras se espera la resolución de su extradición, las autoridades continúan con las investigaciones para desmantelar posibles vínculos de la MS-13 en México y su conexión con otros grupos del crimen organizado.