El gobierno de Estados Unidos ha anunciado la extensión del plazo para imponer nuevos aranceles a productos importados desde China, según un acuerdo provisional entre ambas potencias.
El acuerdo plazo aranceles China se da en un contexto de crecientes tensiones comerciales que amenazaban con escalar e impactar la economía global.
De acuerdo con autoridades estadounidenses, el retraso en la implementación de estos aranceles pretende abrir una ventana para reforzar las negociaciones bilaterales y evitar perjudicar aún más los flujos comerciales internacionales.
La medida beneficia tanto a empresarios estadounidenses como chinos, que habían expresado preocupación por el impacto de la imposición inmediata de tarifas adicionales.
Se espera que durante este periodo, ambas partes puedan avanzar en acuerdos más sostenibles y minimizar el daño económico.
Impacto en la economía global y reacciones internacionales
La extensión del plazo para aplicar los aranceles ha sido recibida con cautela por mercados internacionales.
Organismos como el Fondo Monetario Internacional han advertido que una guerra comercial entre EEUU y China podría reducir el crecimiento global y afectar las cadenas de suministro, especialmente en sectores clave como la tecnología y la manufactura.
Dentro de América Latina, países que forman parte de la cadena exportadora a ambos mercados también monitorean de cerca el desarrollo de este acuerdo, por el posible efecto en la demanda de materias primas y manufacturas.