Estados Unidos ha anunciado que empezará a examinar las solicitudes de inmigración teniendo en cuenta posibles criterios "antiestadounidenses", un movimiento que ya genera controversia y debate público.
La decisión pone el foco en las políticas de inmigración y ha provocado inquietud entre defensores de derechos humanos y expertos en migración.
Según la administración, el objetivo es evitar que personas con “valores antidemocráticos” o con historial de declaraciones contra el gobierno estadounidense puedan acceder a la residencia temporal o permanente.
Esta medida recuerda a la época del "macartismo", cuando bajo sospechas de comunismo se realizaban investigaciones y exclusiones de ciudadanos y extranjeros.
El debate sobre el retorno del "macartismo" en la política migratoria
Organizaciones como, ACLU, han señalado que este tipo de políticas pueden ser discriminatorias y limitar la libertad de expresión, creando un ambiente de temor entre quienes
Asimismo, algunos analistas sostienen que la aplicación de criterios tan amplios podría llevar a rechazar solicitudes por meras opiniones políticas.
Esta estrategia se suma a los recientes cambios en la política migratoria de EEUU y marca un endurecimiento en el discurso del gobierno ante un año electoral.
El secretario de Seguridad Nacional asegura que la revisión será "legal y justa", aunque hasta el momento no se ha detallado cómo se evaluarán los antecedentes ideológicos de los solicitantes.