El gobierno de Joe Biden anuló este miércoles dos políticas aprobadas por el expresidente Donald Trump y que tenían como objetivo limitar el asilo a víctimas de violencia de pandillas y doméstica.
Ambos decretos limitaban que los inmigrantes centroamericanos optaran a una protección en el país norteamericano a pesar de huir de la violencia de pandillas o agresiones domésticas.
La buena noticia para los inmigrantes la confirmó el secretario de Justicia, Merrick Garland, quien indicó que los jueces ya no tiene que seguir las reglas aprobadas por Trump.
El funcionario reveló que Biden ordenó a la Secretaría de Justicia y al Departamento de Seguridad Nacional prepararse para asuntos complejos sobre personas que deberían ser elegibles para protección humanitaria.
“La medida pudiera facilitar que inmigrantes centroamericanos ganen sus causas en las cortes de inmigración”, explicaron conocedores.
Asimismo, destacaron que con la ordenanza se restablece la posibilidad de protección de asilo para las mujeres que huyen de la violencia machista y a ciertas víctimas de la violencia de pandillas.
La mayoría de los inmigrantes que huyen de países como Guatemala, El Salvador y Honduras aseguran que es la violencia de las maras es la principal causa de salir de su nación.
Otros factores son la pobreza y el desempleo promovidos por la corrupción de los gobiernos centroamericanos.
Activistas de los derechos humanos calificaron la decisión de renovar las solicitudes de asilo por violencia doméstica y violencia de pandilla como una medida “crucial para restaurar el proceso duramente golpeado por la administración Trump”.
Además, destacaron las grandes diferencias entre el expresidente republicano y el mandatario demócrata en el manejo de la crisis migratoria.
“Restaurar el reconocimiento de estas solicitudes de asilo es fundamental para la protección de los niños, muchos de los cuales huyeron de sus países de origen en Centroamérica para buscar seguridad”, acotaron activistas.