En la última década, el uso del preservativo ha disminuido notablemente entre los adolescentes sexualmente activos, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio, que abarca Europa, Asia Central y Canadá, revela que el 30% de los adolescentes no utilizaron ningún método anticonceptivo, ni siquiera preservativos, la última vez que mantuvieron relaciones sexuales.
Hans Henri Kluge, director de la OMS para Europa, expresó que los resultados del informe son "tristes, pero no sorprendentes". Los datos muestran que las tasas de relaciones sexuales sin protección han alcanzado niveles no vistos desde 2014, exponiendo a los jóvenes a un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no deseados.
"La educación sexual integral adecuada para esta franja de edad sigue siendo insuficiente en muchos países y, donde está disponible, se enfrenta a crecientes críticas bajo la falsa creencia de que fomenta el comportamiento sexual", comentó Kluge.
El estudio, que encuestó a más de 242,000 adolescentes de 15 años en 42 países y regiones, muestra que, en promedio, uno de cada cinco chicos y una de cada siete chicas en Europa han tenido relaciones sexuales. Sin embargo, el 30% de estos adolescentes admitió no haber utilizado ningún método anticonceptivo durante su última relación sexual, cifra que se ha mantenido estable desde 2018.
Existen notables diferencias regionales en el uso de anticonceptivos. En Dinamarca, por ejemplo, el 61% de las adolescentes y el 50% de los adolescentes dijeron no haber usado métodos anticonceptivos. También se observaron altas tasas de relaciones sexuales sin protección en países de Europa del Este, como Eslovaquia, Bulgaria y Polonia, así como en Gran Bretaña e Irlanda.
En contraste, los adolescentes en Suiza, Austria, Alemania y Francia mostraron una mayor utilización de métodos anticonceptivos, aunque entre el 12% y el 25% aún no los usaron.
El informe subraya la necesidad urgente de mejorar la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos para reducir los riesgos asociados con las relaciones sexuales sin protección.