La ciudad de Belén, en Cisjordania, volvió a iluminarse y a celebrar la Navidad este miércoles y jueves, retomando una de sus tradiciones más emblemáticas luego de dos años marcados por el impacto de la guerra en Gaza.
Reconocida mundialmente como el lugar del nacimiento de Jesucristo, Belén suele convertirse cada diciembre en un centro de atención internacional. Sin embargo, los festejos habían quedado relegados por el conflicto armado que afectó a la región y que generó un ambiente de luto y tensión.
La Iglesia de la Natividad, uno de los principales sitios sagrados del cristianismo, reanudó sus actividades festivas y fue escenario de la tradicional Misa de Medianoche. A la ceremonia asistieron fieles palestinos, peregrinos provenientes de distintos países y representantes oficiales.
“El sufrimiento sigue presente, pero incluso en medio de las heridas más profundas, el mensaje de la Navidad vuelve a resonar”, expresó el cardenal, subrayando el significado de esperanza que acompaña a esta celebración.