Durante años, se pensó que las serpientes de jarretera oriental vivían en completo aislamiento, pero un reciente estudio ha desmentido ese mito. Según recientes investigaciones, estas serpientes pueden formar vínculos sociales selectivos, eligiendo cuidadosamente con quién socializar, un comportamiento más frecuente en mamíferos o aves, pero no tan común en reptiles.
El estudio, liderado por científicos de la Universidad Wilfrid Laurier y citado por, marcó un hito al demostrar que las serpientes de jarretera oriental no sólo pueden reconocerse entre sí, sino que prefieren asociarse con ejemplares específicos en lugar de mezclarse con cualquier individuo de su especie. Este hallazgo revela que los vínculos sociales en reptiles pueden ser más complejos de lo que se pensaba.A través de observaciones en laboratorio, los expertos comprobaron que estas serpientes pasaban más tiempo junto a determinadas compañeras, rechazando otros contactos.
Este avance tiene relevancia, ya que invita a reevaluar el rol social de los reptiles en su entorno natural y cómo estos vínculos podrían influir en su supervivencia y adaptación. Además, sugiere que las interacciones sociales no son exclusivas de los animales “más evolucionados”, desafiando viejos paradigmas científicos.

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