Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur, sorprendió al anunciar que pone a disposición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) los aviones estatales para ayudar en las deportaciones de migrantes.
La propuesta enfatiza el compromiso de algunos funcionarios estatales con una política migratoria más restrictiva en Estados Unidos.
Según Noem, la medida busca "proteger la soberanía estatal" y apoyar los esfuerzos federales ante el incremento de llegadas en la frontera sur.
La funcionaria argumenta que el gobierno de Joe Biden ha fracasado en el control migratorio y que los recursos estatales deben contribuir a reforzar los operativos de deportación, especialmente ante la saturación de capacidades del ICE.
Respuesta y repercusiones entre autoridades migratorias
La propuesta de Kristi Noem genera opiniones divididas. Mientras sectores conservadores la celebran, organizaciones de derechos humanos y líderes de comunidades migrantes critican el impacto negativo sobre familias y solicitantes de asilo.
Además, algunos expertos cuestionan la legalidad y eficiencia de involucrar recursos estatales en procesos federales de deportación.
El ICE, por su parte, no ha emitido un posicionamiento oficial respecto a la oferta de Dakota del Sur.
Sin embargo, actores políticos nacionales advierten que este tipo de acciones podrían sentar precedentes para otras jurisdicciones y profundizar el debate migratorio a nivel federal.