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En Suiza, un laboratorio innovador llamado Tomorrow Bio está desafiando los límites entre la vida y la muerte con su propuesta de criopreservación. Esta empresa emergente alemana ofrece a sus clientes la posibilidad de ser congelados tras su fallecimiento, con la esperanza de ser revividos en un futuro donde la tecnología pueda curar las enfermedades que hoy en día son incurables.
La criopreservación consiste en enfriar el cuerpo de una persona recién fallecida a -198°C, lo que detiene las funciones biológicas y ralentiza la descomposición. Tomorrow Bio ha refinado esta técnica a través de su "crioprotección en campo", un procedimiento que comienza de inmediato tras la declaración legal de la muerte del paciente. Mediante ambulancias equipadas como salas de cirugía móviles, el equipo de la empresa comienza a enfriar el cuerpo en el lugar del deceso, utilizando masajes cardíacos y oxígeno mientras lo colocan en un baño de hielo.
Según explicó Fernando Azevedo Pinheiro, cofundador de Tomorrow Bio, el procedimiento quirúrgico reemplaza los fluidos corporales con agentes crioprotectores, un tipo de anticongelante de grado médico, mientras la temperatura del cuerpo se reduce gradualmente. Una vez iniciado el enfriamiento, el cuerpo se traslada a una instalación de almacenamiento a largo plazo en Suiza, gestionada por la European Biostasis Foundation. Allí, el cuerpo continúa enfriándose durante 10 días hasta alcanzar los -196°C, momento en el cual se deposita en un contenedor de acero aislado al vacío y relleno de nitrógeno líquido, donde puede conservarse indefinidamente sin requerir electricidad.
El costo de este proceso es elevado, llegando a los USD 220 mil por la preservación de todo el cuerpo, o USD 80 mil si se opta por congelar únicamente el cerebro. A pesar de los altos precios, la empresa ya ha preservado a seis personas y cinco mascotas, y 650 clientes más han contratado el servicio, esperando su turno cuando llegue el momento.
Estos clientes, con una edad promedio de 36 años, se sienten atraídos por la posibilidad de extender sus vidas y experimentar los avances tecnológicos del futuro, incluso aventurarse en posibles viajes espaciales.
