Una vez más, Donald Trump sorprendió a la opinión pública al declarar que “Estados Unidos necesita Groenlandia por razones de seguridad nacional”.
Sus declaraciones, publicadas este 23 de diciembre, reavivan el debate sobre el interés geopolítico de Washington por la isla más grande del mundo, especialmente en el contexto de tensiones globales y competencia con potencias como Rusia y China.
Trump, quien ya en 2019 propuso la compra de Groenlandia a Dinamarca, justificó su postura asegurando que la ubicación estratégica del territorio resulta vital para la protección militar y la expansión de los intereses estadounidenses en el Ártico.
El presidente enfatizó que, dada su cercanía con América del Norte y su potencial en recursos naturales, Groenlandia serviría como un escudo y una vía de acceso para monitorear movimientos en la región polar.
Groenlandia: un territorio clave en la geopolítica global
Groenlandia es mucho más que una vasta extensión helada. Su posición permite el control de rutas marítimas emergentes debido al deshielo en el Ártico, y ofrece reservas significativas de minerales y energías estratégicas.
La isla, semi-autónoma bajo soberanía danesa, ha sido tema recurrente en agendas políticas y militares, lo que evidencia su importancia en el tablero internacional.
La postura de Trump también responde a dinámicas globales de seguridad y a la influencia creciente de China y Rusia en el Ártico.