Los científicos especializados en geociencias han alcanzado un hito sin igual en su incansable búsqueda de seis décadas por descubrir más acerca de los enigmáticos abismos terrestres.
Se recogieron fragmentos del manto rocoso terrestre mediante la utilización del barco de perforación denominado Resolución JOIDES, a una profundidad de aproximadamente una milla bajo el lecho del océano Atlántico Norte. Esta tarea se llevó a cabo en una montaña submarina conocida como Atlantis Massif, situada en una zona especial de la Cordillera del Atlántico Medio denominada "ventana tectónica".
Según el sitio web de JOIDES Resolution, "en la Tierra, es sumamente difícil acceder a la roca del manto". Sin embargo, el Atlantis Massif proporciona una oportunidad única para acceder a ella, ya que está compuesto por rocas del manto que se han elevado hacia la superficie debido al proceso de expansión extremadamente lenta del fondo marino.
El equipo de investigación, perteneciente al Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos, tenía inicialmente como objetivo perforar en busca de indicios sobre el origen de la vida. La abundancia de hidrógeno y material orgánico en la zona podría haber alimentado los primeros pasos de la vida.
Aunque los científicos no lograron perforar el manto ni establecer un récord para la perforación más profunda jamás realizada en el fondo marino, lograron obtener las muestras de roca del manto más profundas hasta la fecha, alcanzando una profundidad de hasta 4,157 pies.
Un estudio reciente del USGS revela que el 70% de las playas de California podrían desaparecer para finales de este siglo.
"El significado histórico de lo que está sucediendo ciertamente no se ha pasado por alto en nuestro equipo científico, muchos de los cuales son investigadores de campo experimentados y creen que estos datos serán increíblemente importantes para las generaciones futuras de científicos", escribieron Lesley Anderson, oficial de divulgación a bordo, y Sarah Treadwell, oficial de comunicaciones, en una entrada de blog en JOIDES Resolution.
El Proyecto Mohole, un proyecto iniciado en 1961, fue uno de los primeros intentos, aunque fallidos, de alcanzar el manto.
El 1 de mayo, la Resolución JOIDES comenzó a perforar el pozo denominado U1601C, lo que finalmente les permitió recolectar cantidades sin precedentes de roca del manto. En total, se obtuvo una longitud de más de 1 kilómetro de roca del manto superior, compuesta principalmente de peridotita.
En este sitio, los cambios en la tectónica de placas en la corteza oceánica, impulsados por el calor del manto, dan lugar a terremotos y conducen a la formación de montañas y volcanes.
Johan Lissenberg, un petrólogo ígneo de la Universidad de Cardiff a bordo del barco, declaró a la revista Science que estas muestras podrían proporcionar evidencia directa de las diferencias en composición entre la corteza oceánica y el manto superior, mejorar las estimaciones de la "composición global de la mayor parte de la Tierra" y ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo el magma se funde, fluye y se separa.