Foto: Shutterstock
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este lunes una petición para reconsiderar su histórico fallo de 2015 que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.
La solicitud fue presentada por Kim Davis, exfuncionaria del condado de Kentucky, quien en 2015 se negó a emitir licencias de matrimonio a parejas homosexuales alegando motivos religiosos. Davis pedía anular la decisión que la obliga a pagar más de 300.000 dólares a una pareja afectada y revertir la sentencia conocida como Obergefell v. Hodges.
El tribunal no emitió comentarios sobre su decisión. Al menos cuatro de los nueve magistrados debían votar a favor de escuchar el caso para reabrir el debate, algo que finalmente no ocurrió.
La negativa fue celebrada por defensores de los derechos LGBTIQ+, quienes temían un retroceso tras la anulación del derecho al aborto en 2022. “Hoy millones de estadounidenses pueden respirar aliviados, porque todas las familias merecen igualdad ante la ley”, declaró Mary Bonauto, abogada del caso original.
A pesar de este resultado, grupos defensores advirtieron que seguirán atentos ante futuros intentos de revertir el fallo de 2015. “Nuestros oponentes están bien organizados y determinados”, señaló Kevin Jennings, director ejecutivo de Lambda Legal.
Aunque la composición de la Corte se ha desplazado hacia la derecha con tres jueces designados por Donald Trump, recientes declaraciones de magistrados conservadores, como Amy Coney Barrett y Neil Gorsuch, indican que no existe interés mayoritario en revertir este precedente histórico.
