Irán y Arabia Saudita han acordado restablecer las relaciones diplomáticas, siete años después que la embajada de Riad en Teherán fuera atacada en respuesta a la ejecución saudita de un clérigo chiita.
Los países no habían tenido vínculos formales desde el año 2016, tras la ejecución por parte de Arabia Saudita del jeque Nimr al-Nimir- considerado como el clérigo con mayor influencia sobre la minoría chiita en ese país y condenado bajo cargos de terrorismos y sedición.
Una turba atacó e incendio la embajada saudita en Teherán, causando la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países hace siete años.
Esta decisión propone poner fin a un largo enfrentamiento que algunos expertos llegaron a calificar como “la nueva Guerra Fría de Medio Oriente”.
La agencia estatal de noticias saudita afirmó que también acordaron activar un acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado en 2001, así como otro pacto anterior sobre comercio, economía e inversión.
De esta manera, ambos países restablecerán lazos diplomáticos y reabrirán sus embajadas dentro de dos meses.
El acuerdo se alcanzó después de conversaciones en China entre altos responsables de seguridad de las dos potencias rivales “como resultado de las conversaciones, Irán y Arabia Saudita acordaron reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas en un plazo de dos meses”, informó la agencia de noticias iraní IRNA.
Ali Shamkhani, jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, se reunió con su homólogo saudita, Mosaed bin Mohammad al Aiban, en Pekín, donde se firmó el acuerdo.
Este acuerdo cambia el rumbo entre ambas potencias de Medio Oriente, en el tiempo en el que ambas regiones competían por tener la mayor influencia regional e imponer en el mundo musulmán la supremacía de su propia rama del islam.