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El gobierno de Irán elevó el tono frente a Estados Unidos tras los recientes ataques a instalaciones nucleares en su territorio. El líder supremo del país, Ali Jamenei, anunció que Teherán podría tomar represalias directas contra bases militares estadounidenses ubicadas en Medio Oriente si se produce una nueva ofensiva.
La declaración se dio a conocer poco después de la entrada en vigor de una tregua entre Irán e Israel, luego de doce días de enfrentamientos. Las autoridades iraníes consideran que su capacidad de respuesta regional está intacta y aseguran que el país tiene la capacidad operativa para actuar contra objetivos estratégicos en caso de futuras agresiones.
En el mismo mensaje, se minimizó el impacto de los ataques realizados por fuerzas estadounidenses, indicando que las instalaciones nucleares afectadas no sufrieron daños relevantes. Desde Teherán se sostiene que los bombardeos no lograron alterar de forma significativa el programa nuclear iraní ni debilitar su infraestructura clave.
El contexto se mantiene tenso, mientras continúan las investigaciones sobre el alcance real de los ataques, y crecen las preocupaciones sobre una posible escalada regional.
