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En un caso que ha desconcertado a expertos y funcionarios, dos reclusos en aislamiento en el Centro de Corrección Turner Guilford Knight, en West Miami-Dade, Florida, encontraron una manera inusual de concebir un hijo sin haberse visto cara a cara.
Daisy Link, de 29 años, dio a luz a una niña el pasado 19 de junio mientras cumplía condena por el presunto asesinato de su novio. La noticia de su embarazo sorprendió a su familia, quienes inicialmente sospecharon de un abuso sexual y exigieron una investigación interna. Sin embargo, la verdad detrás del caso resultó ser aún más sorprendente.
El padre de la bebé es Joan Depaz, de 23 años, otro recluso acusado de asesinato que se encontraba en la misma prisión. A pesar de nunca haberse tocado, ambos desarrollaron una relación romántica comunicándose a través de los conductos de ventilación de sus celdas.
Link y Depaz relataron cómo su relación comenzó con conversaciones a través de los ductos. “Te paras en el inodoro y puedes hablar con otras personas,” explicó Link. Después de meses de comunicación, la pareja decidió intentar algo extraordinario: concebir un hijo.
Depaz describió su sueño de ser padre, algo que pensó que no podría lograr en un futuro cercano. “Le dije: ‘Si tuviera que elegir a alguien, serías tú’”, comentó Depaz. A lo que Link respondió positivamente, y juntos idearon un plan para hacer posible el embarazo.
El método que utilizaron para lograr el embarazo incluyó pasar el semen de Depaz a través de los conductos de ventilación, usando una cuerda hecha con ropa de cama. Link utilizó un aplicador médico para inseminarse, y después de varios intentos, el improbable plan funcionó.
“Colocaba el semen en papel film como cinco veces al día durante un mes,” explicó Depaz. Link añadió: “No podía creer que funcionara. Es un milagro.”
Ahora, la bebé vive con la madre de Depaz y es visitada virtualmente por sus padres, quienes se mantienen en contacto a través de llamadas telefónicas. Link, emocionada por el futuro de su hija, declaró: “Creo que será alguien grandioso.”
Mientras tanto, las autoridades del sistema penitenciario de Miami-Dade están llevando a cabo una investigación interna para esclarecer cómo la pareja logró llevar a cabo su plan en confinamiento solitario.
Este caso desafía las expectativas y destaca cómo, incluso en las circunstancias más difíciles, el deseo humano de conexión y esperanza puede superar cualquier barrera.
