Un nuevo estudio arqueológico confirmaría que las tumbas piramidales no eran exclusivas de los ricos en el Antiguo Egipto, cambiando radicalmente la visión tradicional de las pirámides.
El descubrimiento surge de los entierros mixtos que han sido analizados, cuestionando la narrativa histórica sobre las prácticas funerarias egipcias y sugiere una estructura social más compleja.
El hallazgo sobre las tumbas piramidales y las distintas clases sociales se logró tras el análisis de restos óseos encontrados en el yacimiento de Tombos, ubicado en el norte de Sudán.
"Los entierros, que datan de hace 3,500 años, aproximadamente, revelan la presencia de individuos de diferentes niveles sociales en las mismas tumbas", detalla el informe desarrollado por la Universidad Estatal de Leiden.
El lugar donde encontraron los restos, que cambiarán la historia, quedó bajo control del antiguo Egipto durante su apogeo, exactamente cuando la civilización faraónica se expandió.
"Para ese entonces la realeza egipcia había abandonado las tumbas piramidales como lugar de entierro, los nobles continuaban utilizándolas", se destacó sobre el hallazgo.
En Tombos se identificaron cinco pirámides construidas con adobe, en las cuales había restos óseos de distintas clases sociales, no solo de la élite egipcia. "Personas con un estilo de vida sedentario y otras con altos niveles de actividad física".
Según la investigación, los primeros pertenecían a la nobleza, mientras que los segundos podrían haber sido trabajadores o sirvientes.
Los expertos destacaron que el hallazgo de las tumbas piramidales ponen al descubierto lo que se ha asumido durante demasiado tiempo que las pirámides eran solo para ricos.