La ola de pánico que vivió Haití el pasado sábado por el sismo de 7.2 grados se convirtió en una tragedia que dejó más de 1,200 muertos y casi tres mil heridos.
Según el reporte oficial, el número de víctimas, hasta la mañana del lunes, era 1,297 con 2,800 heridos y los socorristas continuaban arduamente buscando sobrevivientes entre los escombros.
Los trabajos de rescate tras el fuerte terremoto de 7.2 grados se han intensificado ante en anuncio de la llegada de una depresión tropical.
Además, de la importante cantidad de fallecidos y heridos que saturaron los hospitales, se reportan miles de desplazados por la destrucción de viviendas y edificios.
Muchos de los sobrevivientes se albergaron en campos de fútbol ,a la espera que los trabajos de mitigación prosperen para intentar rehacer sus viviendas.
Uno de los obstáculos que intensificaría la crisis en la nación tras el sismo de 7.2 grados es la llegada de la depresión tropical Grace, que dejaría fuertes lluvias, inundaciones y deslaves.
El terremoto sacudió la parte suroccidental de Haití, intensificando la pobreza que azota a la nación producto de la corrupción.
También, el fenómeno natural se suma a una serie de conflictos sociales, económicos y políticos que hacen de Haití una de las naciones más pobres del mundo.
El sismo de 7.2 grados afectó principalmente las ciudades de Jérémie y Les Cayes, regiones consideradas en extrema pobreza.
Haití, sufrió en el 2010 un movimiento telúrico que dejó cerca de 200 mil muertos y más de 300 mil heridos.
Los efectos del fenómeno registrado once años aún hacen mella en la nación. La reconstrucción del hospital principal del país sigue sin terminar.