Un nuevo ‘trancazo’ a la economía del pueblo hondureño se aplicará a partir del 1 de junio luego que el gobierno ordenara un aumento de hasta el 200 por ciento a las importaciones de ropa usada.
La denuncia la extendió la Asociación de Importadores de Ropa Usada de Honduras, resaltando que con el gravamen se pone en peligro la estabilidad de sus empresas por la crisis económica que atraviesa el país derivada de la pandemia del coronavirus.
El portavoz de la organización, Elías Cotto, explicó a NotiBomba que desde el 2012 los importadores y el Estado concretaron un acuerdo para evitar la evasión fiscal y permitir que las personas adquirieran prendas de vestir a costos accesibles.
‘Se llegó a un acuerdo, que se valoraría la libra del producto sin importar el valor que había sido adquirido en los Estados Unidos’, manifestó el microempresario sobre el convenio que será derogado sin consensuar a los microempresarios, ni a los hondureños.
La circular que autoriza el pago de impuestos fue emitida el pasado 18 de mayo, dando paso a un nuevo aumento en la ropa usada que afectará a una buena parte de la población que ha optado por comprar productos de segunda mano ante el alto precio de la ropa nueva.
Aunque oficialmente no se ha informado a cuánto se elevará el costo de la libra, los microempresarios temen que el gobierno busque implementar un mecanismo que afectaría a más de 25 mil familias que sobreviven del rubro.
De acuerdo con la Asociación de Importadores de Ropa Usada de Honduras, a partir del 1 de junio autoridades aduaneras evaluarán el producto sin que se tenga un estándar de precio, permitiendo abusos y gravámenes que les imposibiliten continuar trabajando.
‘Lo que el gobierno quiere es duplicar o triplicar los impuestos de la ropa usada, lo que sería algo terrible para la gente desposeída’, apuntó el vocero.
Manifestó que con la derogación de la circular DEI-DL-SVA-209-2012 un pieza que tenía un precio de 30 lempiras podría llegar a costar de 60 a 90 lempiras, lo que representa un duro golpe para la economía de la población que opta por la ropa de segunda mano.
Al respecto, añadió que muchas personas no tendrán la capacidad de adquirir el producto ya que en la mayoría de los casos este podría llegar al mismo costo de una ropa nueva.
‘Será imposible para las personas poder vestirse decentemente porque los impuestos son tan exagerados, un 200 por ciento aproximadamente’, dijo Coto.
Recordó que la ropa usada en Honduras representa la compra de un producto bueno, bonito y barato, siendo adquiridas por un importante sector de la población hondureña.
‘La gente ya no podrá vestirse decentemente, y no solo la gente pobre, sino la gente de clase media baja y media’, recordó sobre qué sector adquiere el producto.
CIERRE DE NEGOCIOS
Otro factor al que se enfrentan los microempresarios de ropa usada es al cierre de las empresas, dejando a ciento de familias sin el sustento diario.
‘Es peligroso porque de aquí depende muchas personas, actualmente existen cinco mil microempresarios a nivel nacional que se dedican al rubro con un promedio de cinco empleados cada uno’, señaló referente a la posibilidad que las empresas no sobrevivan al impuesto.
Remembró que como parte económicamente activa pagan el impuesto sobre venta, impuesto sobre la renta e impuesto sobre volumen de venta y con un nuevo ‘trancazo’ se estaría promoviendo el cierre de negocios y la posibilidad de que los ciudadanos se visten a precios bajos.