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La tecnología ha experimentado avances significativos en los últimos años, con innovaciones como el Apple Vision Pro y su integración en nuestra vida cotidiana, convirtiéndose en herramientas indispensables.
Del mismo modo, el software ha visto un progreso notable, con la aparición de nuevas aplicaciones de inteligencia artificial en streaming, arte y generación de voz. Sin embargo, estos avances no han estado libres de críticas, ya que se han planteado preocupaciones sobre el posible daño que supera a los beneficios.
Recientemente, surgió un notable caso de mal uso de la cuando una importante empresa multinacional fue víctima de una estafa significativa, que resultó en la pérdida de $26 millones. Los perpetradores utilizaron la tecnología de deepfake AI para suplantar al CFO de la empresa y a otros colegas, engañando a un trabajador financiero para que realizara transacciones que totalizaban $200 millones de dólares de Hong Kong, o aproximadamente $26 millones de dólares estadounidenses, en cuentas bancarias locales.
Según el superintendente principal de la policía, Baron Chan Shun-ching, los estafadores se prepararon descargando videos con anticipación y luego emplearon inteligencia artificial para manipular voces dentro de la videoconferencia.
La estafa se desarrolló en enero cuando el trabajador recibió un mensaje privado del CFO de la empresa con sede en el Reino Unido, lo que provocó una videollamada para discutir una transacción confidencial. Fue solo después de completar las transacciones y ponerse en contacto con la oficina central de la empresa que el trabajador se dio cuenta de la gravedad del error.
