Imagen de archivo. / Cortesía.
La orden de arresto se emitió una semana después de que el Parlamento logró destituir al gobernante luego de que intentara fallidamente invocar la ley marcial.
Desde que Suk Yeol buscó la manera de protegerse de los señalamientos de corrupción, la situación política en el país asiático tiene un escenario oscuro.
En menos de dos semanas, el presidente interino también fue destituido por negarse a elegir tres magistrados que facilitarían la emisión de la orden de captura del presidente destituido de Corea del Sur.
Las acciones en contra de Yoon, promovidas por la oposición y apoyadas por miembros de su mismo partido, lograron sacarlo del poder luego de que se le pidiera que renunciara y se negara a dejar el poder.
Medios locales han detallado que la orden de arresto fue emitida por el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl, concediendo a la oposición el poder de enjuiciar al presidente destituido.
Yeol ha sido señalado, junto a su esposa y otros funcionarios, de actos de corrupción denunciados por la oposición que promovía desde hace unos meses el juicio político.
El expresidente se negó a presentarse a tres citaciones emitidas por los tribunales como parte del proceso investigativo en su contra.
La Policía de Corea del Sur tiene siete días para ejecutar la orden de captura en contra del presidente destituido de una de las naciones aliadas de Estados Unidos (EEUU).
