Representantes de todas las naciones a nivel mundial quieren presentar sus respetos a Isabel ll, la segunda monarca reinante más longeva de la historia, en su funeral. Sin embargo, el presidente del país más grande del mundo, Vladimir Putin, no estará allí.
El presidente ruso, no será invitado al funeral de la reina Isabel II debido a la invasión rusa de Ucrania.
Una fuente dijo al medio estadounidense, CNN, que la lista completa de invitaciones aún no se había finalizado, pero que se habían descartado funcionarios de tres países: Rusia, Bielorrusia y Myanmar.
En el caso de Rusia y Bielorrusia, su exclusión se debió a la invasión de Ucrania por parte de Putin, que Bielorrusia ha apoyado. En el caso de Myanmar, es por el trato que reciben los rohingya.
Reino Unido no invita a Vladimir Putin al funeral de la reina Isabel II; Rusia afirma que no había planes de asistir
El Palacio envía invitaciones a los funerales de estado siguiendo el consejo del gobierno, después de que los miembros de los servicios civiles y diplomáticos hayan considerado las implicaciones políticas de invitar a ciertos líderes.
El protocolo del Palacio es no revelar invitados a eventos familiares, y no se ha pronunciado sobre la lista de invitados.
Por lo general, todos los países con los que el Reino Unido tiene relaciones diplomáticas normales serían invitados a un funeral de estado, como el que se llevará a cabo para la difunta monarca la Reina Isabel en Londres el próximo lunes 19 de septiembre.
Las naciones suelen estar representadas por su líder político, jefe de estado, un alto miembro del gobierno o su embajador en el Reino Unido.
Una segunda fuente del gobierno del Reino Unido mencionó que se esperaba que asistieran al funeral hasta 500 dignatarios extranjeros.
El Reino Unido ha sido uno de los oponentes más fuertes de la guerra de Rusia y uno de los mayores partidarios de Ucrania, proporcionando dinero, armas y ayuda.
De igual manera los británicos también han sancionado a una serie de funcionarios militares y empresas en Myanmar por lo que ha descrito como la limpieza étnica de los rohingya, un grupo predominantemente musulmán en el estado mayoritariamente budista del país que ha sufrido décadas de persecución.
A principios de este mes, la junta gobernante de Myanmar condenó al ex embajador del Reino Unido en el país a un año de prisión por cargos de inmigración.