Kim Kardashian ha alzado su voz en defensa de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados en 1989 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez. La estrella de "Keeping Up With The Kardashians" ha solicitado públicamente que se les otorgue un nuevo juicio, afirmando que su caso fue tratado injustamente. Kardashian, de 43 años y ahora abogada en formación, visitó a los hermanos en prisión y expresó su apoyo en una carta publicada por NBC News.
En su carta, Kardashian destacó que los hermanos, quienes tenían 21 y 18 años en el momento de los asesinatos, aseguraron haber sufrido años de abuso físico, emocional y sexual por parte de sus padres. Según ella, este crucial testimonio de abuso no fue considerado adecuadamente durante el primer juicio, lo que lo convirtió en una oportunidad perdida para hacer justicia.
Kardashian también señaló cómo el caso se convirtió en un fenómeno mediático, ridiculizado en programas como "Saturday Night Live", y que los hermanos fueron presentados como jóvenes ricos y mimados de Beverly Hills que actuaron por codicia, en lugar de víctimas de abuso.
"Si hubieran sido las hermanas Menéndez, el juicio habría sido muy diferente", comentó la empresaria, subrayando el estigma que rodea a los hombres víctimas de abuso sexual en la época. Además, afirmó que tras pasar tiempo con ellos, no los ve como monstruos, sino como personas nobles y honestas.
El fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, ha declarado que están revisando nuevas pruebas en el caso y podrían reconsiderar la sentencia de los hermanos Menéndez.