El protocolo de limpieza de Kim Jong-un ha captado la atención internacional tras su reciente reunión con Vladimir Putin en China. Este proceso riguroso destaca por su meticulosa ejecución y las estrictas medidas de seguridad implementadas por el líder norcoreano para evitar cualquier riesgo de contaminación o intento de espionaje biológico.
Una vez finalizada la cumbre, un equipo especializado de Corea del Norte se encargó de desinfectar profundamente todos los espacios donde Kim estuvo presente. El personal sustituye materiales, limpia superficies e incluso descarta cualquier objeto que haya sido manipulado por el mandatario.
Este protocolo de limpieza no solo busca proteger la salud del líder supremo, sino también prevenir la recolección de ADN o la instalación de equipos ocultos por agentes extranjeros.Las medidas incluyen cambiar servilletas, vajillas y muebles, así como la eliminación de residuos biológicos, como cabello o piel, con la intención de evitar que cualquier entidad extranjera tenga acceso a material genético de Kim. Además, se evita dejar restos de alimentos o bebidas, minimizando la exposición a intentos de envenenamiento.
Para algunos analistas, este protocolo revela las preocupaciones profundas del régimen sobre su seguridad, en contraste con otros líderes mundiales, lo que representa el aislamiento geopolítico de Pyongyang.